15 abr 2010

¡Alma Mía!..


Llamarada de sangre ardiente.
Rauda y libre como los eternos tiempos.
Así vas alma mía…
Desafiante en tu creencia.
¡Indómita en tus sueños!
¡Alma mía!..
Corcel de fuego combativo…
No haz aceptado guía que te doblegue.
No haz conocido refugio que te abrigue…
Más…
Soberbia en tu dolor erguida…
Avasallando tu debilidad misma.
Desoyendo tus propias quejas…
Así vas…
Impetuosa…
¡Soberana!
Traspasando el infinito lívido.
Segura de hallar amparo…
Allá…
¡Más allá!
En tu cielo hecho de rosas y perfumes.
¡Tapizado de ternuras!
Palpitando aroma de jazmines.
Latente de ése soñado amor que al fin te abrigue.


Adagio
(Derechos Reservados)

No hay comentarios:

Publicar un comentario